28 enero 2011

Me gusta el cine, en mi casa.

Me gusta ver películas de estreno, novedades del cine americano y alguna de cine español porque no. Lo que no me gusta es tener que ir al cine, no me gusta pagar alrededor de 7 € por persona, tener que salir a la calle por ello, tener que aguantar la conversación de el de lado, las palomitas, las pipas y demás.

A mí lo que me gusta es ver las películas en mi casa, en mi sofá si necesito pararla un momento la paro, si quiero verla más tarde la veo más tarde, si me aburre y quiero ir a dormir me voy, si quiero comer algo lo hago. ¿Qué pasa entonces? Pues que desgraciadamente en este país prácticamente solo puedes o ceñirte a la programación de la televisión de turno ( a sus horarios, a sus tropecientos anuncios, o en el caso contrario a tragarte la película de un tirón y si te llaman por teléfono a mitad película te jodes y te la pierdes), a los precios abusivos de las taquillas por su cine desfasado, o al mismo tostón de los domingos de Antena 3 basado en hecho real y con algún actor fracasado que anteriormente haya participado en alguna serie con relativo éxito.

Visto lo anterior y que los videoclubs tampoco es que queden muchos, el único modo de disfrutar del cine en casa a tu manera es o comprarte por 30€ una película que igual ni te gusta o directamente piratearla.

La verdad preferiría no piratear, me sería mucho más cómodo coger el sábado por la noche y por unos 5€ elegir qué película quiero ver en mi sofá (porque imagino que pagar 8$ al mes por ver cualquier película del catálogo de netflix es utopía)

Realmente la película la quiero ver UNA vez, si me gusta ya me compraré el DVD, ese creo que para mí sería el modo ideal, pagar entre 3€ y 5 € por películas relativamente recientes, algo más (no más de 10€) si quiero ver el ultimísimo estreno que acaba de llegar al cine, y ya a 1€ las películas antiguas o de poco éxito que son con las que nos bombardean en televisión día si o día también y que aunque quisieras descargártelas de internet no podrías porque no las encuentras.

Para mí este sería mi modelo ideal y creo que piratería claro que seguiría habiendo, pero vamos, si me puedo asegurar que por un precio lógico no he de perder tiempo en bajarme películas no lo voy a hacer, y ya ni hablemos de arriesgarnos a comprar por el top-manta y seguro que con esto los trabajadores del cine recuperarían su negocio (que no los de las salas).

Hay que tener en cuenta que ciertos negocios con el tiempo cambian porque dejan de ser necesario y o evolucionan o mueren.

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